El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo

Guirnaldas de luz: La Case de Cousin Paul

Cuando cambias de hogar te invade esa emoción inicial de querer decorar cada rincón de la casa, de mirar revistas y blogs de decoración, de buscar muebles, cuadros, jarrones... de pasar horas en pinterest buscando inspiración para poner a tu gusto el lugar en el que vas a pasar tantas horas de tu vida.

Cuando han pasado unos meses y ya tienes lo principal para hacer vida, esa emoción que he descrito en el párrafo anterior se va desvaneciendo y te encuentras que después de ocho años en tu casa, sigue colgando el cable de obra y la lámpara sin poner. Os suena, ¿verdad?

Nosotros nos mudamos el año pasado y fue en esos primeros meses de ansia viva por decorar toda la casa cuando encontré estas guirnaldas de luz. No hace falta decir que ya después de un año hemos empezado a entrar en el estado del segundo párrafo y hemos ralentizado de sobremanera los cambios en casa. 
Fue en Pinterest, fuente de inspiración por excelencia, donde vi por primera vez fotos decoradas con las guirnaldas de luz. Fue verlas y quererlas. Me pasa demasiado a menudo últimamente. Ver y querer.

Buscando información en la red sobre estas luces di con la firma que las comercializa: "La Case de Cousin Paul". Y si ya tuve un flechazo nada más verlas, después de leer la bonita historia de los creadores de esta empresa, me gustaron aún más.


En 2001, los dueños de "La Case du cousin Paul" se conocieron trabajando en Fnac en París. Ella trabajaba para pagarse el alquiler, salir con sus amigas y llegar a fin de mes. Él más de lo mismo. Hasta aquí como cualquiera de nosotros. Tras unos meses trabajando juntos, se gustaron, se enamoraron y decidieron ahorrar durante dos años para hacer un viaje recorriendo el mundo. Así pues, dejaron sus trabajos en el Fnac y emprendieron su viaje durante 10 meses.




Viajando por Asia compraron unas bolas de algodón de colores decorativas para regalarles a sus familiares y amigos como recuerdo del viaje. Al llegar a París, se las dieron y fue tal el éxito de las bolas entre sus conocidos, que se les ocurrió que podía ser buena idea crear un pequeño espacio para venderlas.  Buscaron un local en Montmartre para iniciar su proyecto, llamaron a un amigo asiático que habían hecho en el viaje para que les enviara más bolitas y empezaron así su pequeño negocio. En 2005 deciden crear la empresa y entretanto, nació su bebé, al que llamaron Paul. Decidieron que la empresa llevara su nombre: La Case de cousin Paul (La cabaña del primo Paul).

Y su pequeño negocio prosperó. Las bolitas orientales tuvieron mucha aceptación. Y lo que empezó con un pequeño local en Monmartre se ha convertido en tiendas por todo el mundo. Una bonita historia con final feliz. Una historia para soñadores.

Nosotros seguiremos soñando con que algún día tenemos una historia como la que os he contado. Mientras tanto, disfrutaremos viendo qué chulas quedan las "guirnaldas" de los sueños de Paul.


Estas guirnaldas se utilizan mucho para decorar habitaciones infantiles porque consiguen dar a los espacios un toque muy dulce y al mismo tiempo alegre y divertido.

  

Además de la función decorativa, por la noche dan una luz mágica que viene muy bien a los niños que no les gusta dormir a oscuras y necesitan para sentirse seguros que entre un poco de luz en la habitación.


Visto aquí




 
Visto aquí

Como podéis ver en las imágenes,  estas guirnaldas no solo quedan bien en las habitaciones de los peques.  También quedan genial para decorar cualquier otro rincón de la casa.




Si no tenéis tienda cerca, también disponen de tienda online donde podéis comprar uno de los cofres que ofertan o elegir vosotros mismos los colores de las bolas y personalizar vuestra propia guirnalda como más os guste. Hay tantos colores que resulta complicado decidirse. Esta fue nuestra elección.


El montaje de la guirnalda es muy rápido y sencillo. Aunque como veis,  no siempre resulta tan fácil. En nuestro caso, tuvimos un pequeño incidente en la sesión de fotos para el post, y acabaron todas las bolitas desparramadas por el suelo. Y además, no conseguimos sacar la foto que queríamos. Bueno, en su lugar tenemos ésta y el buen rato que pasamos....



Teníamos pensado colocarla en otro espacio. De hecho los colores los elegimos en base a la otra estancia. Sin embargo,  una vez montada la guirnalda y después de haber hecho mil pruebas decidimos que su lugar iba a ser un rincón de la sala. 



Y voilà! Aquí tenéis el resultado. No fue fácil encontrar su sitio pero al final nos encanta como ha quedado.  Es un rincón muy especial y le da un toque de color. Le da alegría al espacio.

No podía acabar el post sin encender las luces de la guirnalda. 
Como veis, la luz que se forma es tenue y cálida, hace que el espacio sea más íntimo, más romántico. Se consigue que el rincón tenga un encanto especial.

Ahora sí, es hora de apagar la luz y despedirse.

Feliz día a todos.



7 comentarios:

  1. lo que le faltaba a ese rincón para ser un rincón 10!!! me ha encantado la entrada...beti bezala!!!! merci madmuaselle!!!

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    1. Gracias gracias gracias a ti por ser mi más "constant reader" y por tus comentarios siempre tan agradables!!

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  2. Chulísimo pitxon !!!! Muackkk

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  3. Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo! Estas bolitas además de brillar son pura magia y quedan genial!! Graciass

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  4. Me enchanta, no sabes cuánto! Las vi en el corte inglés, pero por ahora esperaré un poco. Pero algún día...

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