El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo

Siempre hay un lugar: que te hace VOLVER

Hace tiempo, demasiado quizás, que quería volver.  Sin embargo, volver no es fácil. Y cada día que dejas pasar y no vuelves adonde realmente quieres, se hace más complicada la vuelta.


Da igual si donde deseas volver es un lugar soñado,


una actividad que dejaste de hacer a pesar de que te encantaba,


un buen amigo que dejó de hablarte aún no sabes muy bien el porqué,


un amor al que no le dijiste lo que sentías y ahora le ves paseando un carrito de bebé,


un curso de fotografía que no acabaste,

estudiar o hacer deporte.
Da lo mismo. 
Al principio, te dices que mañana mismo
empiezas a ahorrar para viajar a ese sitio que tanto anhelas conocer,
que de hoy no pasa para volver a retomar esa actividad que te llenaba,
que no te vas a poner más excusas para llamar a tu buen amigo y aclarar las cosas,
que te vas a apuntar sin falta al siguiente curso de fotografía y no vas a parar de sacas fotos con tu reflex,
que te vas a matricular el septiembre que viene en la Uned y
que a partir de este lunes vas a ir al gimnasio dos veces por semana. 

Pero el tiempo pasa y no lo haces. 
No vuelves. 

Y cada vez te vas acordando con menos frecuencia
de ese destino que te morías de ganas de visitar,
tu amigo y tú ya ni siquiera os saludáis pero te ha dejado de importar,
aquel amor ha pasado a la historia de tus amores,
sigues sin estudiar lo que quieres
y sin hacer deporte. 

El paso del tiempo borra la iniciativa de volver a aquello que algún día nos motivó y, poco a poco, se van desvaneciendo las ganas de cualquier vuelta.
Por eso os decía que al inicio del post, que volver no es una tarea sencilla.
En mi caso, quería verme tecleando esta entrada en mi sofá cuando el resto de la casa duerme. Bebiendo a sorbitos mi té caliente y escribiendo.
Y por fin, ese momento ha llegado. Y ¿sabéis qué? Volver me hace sentir bien.




Una muy amiga mía, cada vez que  le contaba que me iba de viaje o que había descubierto un sitio que le iba a encantar o que me había enamorado de una vista desde un mirador, me decía:


- No me cuentes, escribe. Me debes “un SHUL”. Me debes muchos “SHUL”. Se te están acumulando… ¿Cuándo vas a volver?


Y es que hemos integrado “SHUL” a nuestro diccionario particular y ya lo utilizamos como una palabra cotidiana. Y es que SHUL es mucho más que una sección de un humilde blog.


SHUL para mí significa viajar, vivir, ver, sentir, relatar y compartir para hacer que quien lo lea viaje, viva, vea, sienta y disfrute. Y para que yo no olvide esos lugares porque mi memoria hace de las suyas.



Hoy casualidad es el cumpleaños de la amiga que os decía que me animaba a volver.
Así que este es mi regalo de cumpleaños para ella: SHUL

Y como cuando saqué esta foto fue pensando precisamente en ella porque sé que estas sillas son sus favoritas y aún no se la había enseñado, el lugar del SHUL de hoy es:

El Jardín de Salvador Bachiller
Un espacio inesperado en el centro de Madrid que seguro que no te dejará indiferente si lo visitas.

Siempre que bajamos a Madrid, nos gusta descubrir sitios nuevos. En diciembre pasamos allí un par de días y queríamos comer en algún sitio diferente. Aprovechando que un compañero de trabajo es de allí, le pedimos alguna recomendación. Y otra vez se cumplió aquello que dicen que no hay mejor guía turística que alguien local. Él nos preparó una lista de sitios imperdibles y entre ellos, estaba este curioso  establecimiento.

Y sí, la verdad es que si nuestro amigo no nos hubiera descubierto este local, difícilmente habríamos imaginado que en la cuarta planta de la tienda Salvador Bachiller de la Calle Montera, se pudiera estar al aire libre picoteando algo en un lugar rodeados de plantas y flores. Es un auténtico jardín, un pequeño pulmón urbano con una cuidada decoración. Lo cierto es que está al detalle.
Pero lo dicho, si no lo sabes, no entras porque para subir tienes que entrar en la tienda de bolsos y maletas y llegar hasta el ascensor para subir al gastrobar. 


Además, tiene una zona de terraza con un columpio y unas vistas para contemplar la city. Los que me conocéis habréis echado en falta una foto del mencionado columpio. Pues no vais desencaminados, yo quería esa foto muchísimo pero había un grupo de amigas acaparando el escenario y haciéndose miles de fotos individuales, selfies, fotos en grupo... y me di por rendida. Nos tuvimos que ir y ellas seguían con la emoción del columpio. Supongo que ellas sí tendrán una buena colección de fotos del columpio de El Jardín...jajaja

La carta de comidas es asequible y los platos de picoteo que nosotros pedimos, nachos y tacos de pollo, estaban muy muy ricos. Sin embargo, en mi opinión, lo sorprendente del sitio no es la comida sino el propio local y su decoración. Es una auténtica delicia tomar algo rodeado de naturaleza.Y es que cuando el lugar es agradable, todo sabe mejor. Y si encima estás sentado en una silla vintage de respaldo de corazón pues ya es una maravilla.

Y hasta aquí, el Siempre Hay un Lugar para VOLVER y un sitio más para recordar.


Espero seguir escribiendo y mantener viva esta Sección de viajes, lugares y recuerdos:
Hay gente que me dice:
Y ¿por qué escribes? Si no ganas nada y pierdes mucho tiempo.
Antes trataba de responder. De justificar. Nos pasamos la vida justificando absolutamente todas nuestras acciones. Es horrible.

Ahora únicamente le doy la vuelta a la pregunta.

Y ¿por qué no voy a hacerlo? Con el paso de los años he aprendido que es mejor contestar con otra pregunta que intentar dar una respuesta. Funciona.

Podría dar mil razones para escribir pero no lo voy a hacer. Simplemente voy a escribir.
Así que a partir de hoy, no sé hasta cuándo ni con qué frecuencia, Met_amor_Phosis se pone de nuevo las alas para iniciar su vuelo.

Los que ya viajabais conmigo, los nuevos y los que llegaréis. Todos sois bienvenidos. Todos.

Y a los que me habéis animado para VOLVER, gracias, gracias, gracias. De verdad. Muchas gracias.

Mercadillo en Siglo Veinte Kabebeltza


Normalmente, los domingos son un día para no hacer nada productivo y todos lo sabemos. A pesar de tener fiesta todo el día, está demostrado que se disfrutan mucho más los viernes, a pesar de haber trabajado ese mismo día y estar más cansados, solo por el hecho de saber que al día siguiente no tenemos que ir a trabajar. Sin embargo, los domingos los solemos dedicar a holgazanear y a la tarde nuestra cabeza empieza a pensar de nuevo en que el lunes se acerca y hay que ir a trabajar. Este hecho nos genera que no disfrutemos tanto de los domingos.

No obstante, a veces hay domingos que molan. Y el pasado domingo fue uno de ellos gracias al mercadillo que organizaron en el Kafe Bar SIGLOVEINTE de Lasarte.



Tener un buen plan a pesar de que el tiempo no acompañe (por aquí suele ser muy habitual) hace que un domingo aburrido se convierta en un día especial.


¿Y que mejor plan que ir a un mercadillo de ropa vintage, ropa y complementos de segunda mano, uñas funky, bolsos handmade, camisetas, chapas, joyas y cosas molonas? Con lo que nos gusta a nosotras este tipo de eventos, no podíamos declinar la invitación que nos hicieron para llevar nuestras mochilas y disfrutar del resto de los stands. 

Os enseñamos algunas fotillos que hicimos de los puestos que había para que la próxima vez que lo organicen si podéis, no os lo perdáis. 


Se crea muy buen ambiente y al mismo tiempo que das una vuelta por los puestos, puedes disfrutar de una copa y picotear algo. Suena bien, ¿verdad?











Había muchas más cosas chulas pero me es imposible subir todas las fotos al post. Así que no os va a quedar otra que ir a la siguiente edición. 

Nosotras también montamos un stand con nuestras cosillas handmade. La verdad es que por falta de tiempo no teníamos demasiado stock creado pero aún así, nos quedamos muy contentas con el resultado del expositor y con toda la gente que fue a vernos. Muchas gracias de verdad a todos!! 


Ellos dos son los culpables de este sarao!! 

Y os quieren a todos en el siguiente mercadillo del 
SIGLOVEINTE KAFEBELTZA!!!!!!!


El propósito de la entrada de hoy era despertar vuestra curiosidad para que no os perdáis la siguiente edición y sobre todo, agradecer a los organizadores habernos invitado. 

Y por supuesto, muchas muchas gracias a toda la gente, amigos y familia que fue a visitarnos. Estamos encantadas!!!!




DIY: Apliques de Nubes de madera

En una de mis múltiples libretas que almaceno apunto las ideas que se me ocurren y los proyectos que veo y me gustaría hacer. A veces, la mayoría, se quedan plasmadas en el papel y nunca las llevo a cabo. Sin embargo, me gusta releerlas de vez en cuando para no olvidarlas. La semana pasada cogí la libreta y vi apuntado: 


"Lámparas de nubes de madera" (Casa Rural Behin Batean)


Y pensé, de hoy no pasa. Así que me fui a por los materiales necesarios y ya tengo mis apliques de pared en forma de nube en la habitación que estamos preparando. Por si estáis cansados de ver los agujeros en la pared de esos apliques que nunca habéis puesto (este era mi caso) o simplemente, por si os gusta, quería compartirlo en el blog porque es muy fácil de hacer. 

Digamos que es Nivel 1 de bricomanía...apto para todos los públicos.
 

La idea surgió  hace más de un año buscando una Casa Rural en el Valle de Baztán para ir con los amigos. Una compañera de trabajó me recomendó la Casa Rural Behin Batean porque pensaba que me iba a gustar. Y no me gustó, me encantó. Conforme ví las fotografías de su web me enamoré de la Casa y llamé acto seguido para ver si había disponibilidad. Obviamente, no había porque esta Casa tiene mucha demada y hay que reservar con mucha antelación. SI entráis en su web veréis qué maravilla de decoración tienen en esta Casa Rural. Buen gusto al máximo nivel.

Como me habían gustado los apliques de nube que había visto en las fotos, no dudé en preguntarle a la propietaria a ver donde los había comprado. Ella me dijo que los habían hecho ellos mismos y que era muy fácil. Así que lo apunté en mi libreta para en futuro intentar hacerlo. 

Y ese futuro llegó este fin de semana.


Como veis, las nubes de la Casa Behin Batean están hechas con tablillas de madera vieja que le dan un aspecto más nórdico. 

Mis nubes están hechas con una sola tabla porque me parecía más sencillo y queríamos conseguir un estilo más naif porque le pega más al resto de la habitación donde las he colocado.

Materiales:

- Tabla de madera (la compré en el Leroy Merlin por 7 euritos)
- Sierra de calar
- Lija
- Alcayata para colgar

Pasos:



Lo primero de todo es dibujar la nube sobre la tabla. Yo la hice sin medidas y sin patrón. Como nos decían en el cole, a ojímetro. Pero si te resulta más fácil la puedes dibujar primero en un papel  y después pasarla a la madera.


Después de dibujarla,  hay que pasar a serrar la nube. Aquí es donde comienza el trabajo de "cadena de producción" y entró a su turno de trabajo mi chico. Digamos que yo me dedico más a la parte artística y él a la mano de obra directa.... jajajaja.

Mientras, yo dibujaba la segunda nube (de ahí lo de producción en cadena).


Una vez serrada, se lijan los bordes para darle forma y mejor acabado.

Y voilá.......!!! en menos de una hora ya teníamos las dos nubes listas para colocar.



Para poder colgarlas en la pared, utilizando el trozo de madera que nos sobró de cada una de las tablas, pusimos 3 tablillas como se ve en la fotografía para poder apoyar la nube en la pared y dejar espacio para poner la bombilla. 

En la parte superior, fijamos  la alcayata para colgarla y trabajo terminado.



Eso sí, el trabajo no acaba completamente hasta que yo no me dedico a hacer "mis fotos". 
Y es que son tan monas las nubes que bien merecían la sesión de fotos "chorra" que tanto me entretiene.





Ahora sólo me falta decidir  dos temas sobre mis nuevos apliques de nubes pero mi nivel de indecisión es tan elevado que aún tardaré meses hasta que me decante por una de las dos opciones. (Sí, yo soy de ese tipo de personas que para comprar un boli están media hora en la tienda porque no saben si coger el de punta fina, el que es más mono pero pinta peor o el mítico de siempre.... Y así para todo)


1. Poner luz cálida o fría





2. Pintar las nubes de color Mint



Ya sabéis que para mí, todo en MINT siempre es mejor pero no sé, no sé qué hacer. Si al final las pinto ya os mostraré el resultado. De momento se quedan así, una nube con luz cálida y la otra con luz fría y sin pintar. Aún así, cuanto mejor que con los agujeros de obra y los cables colgando. ¿No os parece?

Y con el cielo totalmente despejado de nubes y ya de viernes.... me despido por hoy.

Espero que os haya gustado "el paseo por mis nubes".

Feliz fin de semana!


Siempre hay un lugar: un fin de semana en Madrid

Hace tiempo que no escribo y una vez más lo he vuelto a hacer. De nuevo he vuelto a descuidar el blog. No es excusa pero últimamente he estado mucho tiempo fuera de casa entre viajes, salidas, idas y venidas. He estado a tope. Sinceramente, me acuerdo mucho de este rincón pero me ha sido imposible sacar tiempo para pasarme por aquí. A pesar de mi ausencia, aquí sigo. Y además, creo que llegan tiempos más tranquilos y podré actualizar mis entradas con mucha más frecuencia. No lo prometo pero eso espero.

Hace diez días estuve con mis amigas pasando el fin de semana en Madrid. Se está convirtiendo en una tradición visitar la capi una vez al año. Es un finde muy intenso pero lo disfrutamos tanto que ya estamos deseando volver. Esta semana me encontré con tres personas que aprovechando el festivo del 1 de mayo se van a acercar a Madrid y como sabían que habíamos estado allí, me preguntaron sitios donde habíamos estado. Les estaba escribiendo un mail pero he pensado que lo mejor era escribir una entrada en el blog y así, puede que le sea de utilidad a más gente. Al final, para preparar mis viajes yo también me nutro de otros blogs. Por lo tanto, siempre viene bien alimentar la red con opiniones y experiencias propias.

Como os he adelantado, nuestros fines de semana en Madrid son muy intensos porque en realidad, estamos muy poco tiempo y queremos exprimirlo al máximo

ALOJAMIENTO:

Hay muchísima oferta de alojamiento en Madrid y las posibilidades son infinitas. Sin embargo, desde que descubrimos la cadena de hoteles Petit Palace, siempre nos alojamos allí por tres motivos fundamentales:

-  Los hoteles tienen una ubicación inmejorable para nuestro plan de acción.
- Dispone de habitaciones quíntuples para estar todas juntas que son muy amplias, acogedoras y a buen precio.
- Se puede reservar por Booking y nos da la posibilidad de cancelar sin cargos si fuera necesario con un día de antelación.

En esta ocasión, llevábamos un listado de sitios a los que queríamos ir para no perder ni un minuto buscando restaurantes para comer o sin saber muy bien donde ir.

Desde que me lo recomendó un compañero de trabajo no hay vez que visite Madrid y no vaya a comer o cenar aquí.  Tiene algo que me gusta, no sé muy bien si es la decoración, la comida o simplemente que me siento a gusto cuando voy. Pero desde que lo descubrí siempre le hacemos un hueco en nuestra agenda. El precio no es caro y se come muy bien. Este restaurante no se puede reservar, hay que ir directamente allí y en la recepción te apuntan el nombre y el número de teléfono. Cuando se libera una mesa te llaman. No suelen tardar mucho y justo en la calle de enfrente hay una vinoteca que viene ideal para hacer la espera.

Restaurante LA MUCCA DE PEZ   


Un lugar diferente, con una decoración que querrás llevarte a casa y una cocina que cierra a la 1.30 de la mañana. ¿Qué más se puede pedir? Pues que la carta y el precio nos encajaban.


En esta última visita hemos ido a ver el musical del Rey León a la sesión de las 22.00 y decidimos que cenar antes de ir era demasiado pronto. Por lo tanto, nos recomendaron varios sitios en los que la cocina cerraba tarde y estaban cerca de Gran Vía para poder cenar después del musical. El Restaurante Lamucca de Pez fue nuestra elección y la verdad es que nos encantó.

Pensábamos que el musical duraba 2 horas y reservamos para cenar a las doce y media de la noche pero entre el descanso que hacen, salir del teatro, hacernos la foto de rigor e ir al restaurante,  llegamos cerca de la una y cuarto de la mañana (una hora ideal para cenar...)


Esta es la foto de la que os hablo en el párrafo anterior. No fue nada fácil porque hay hordas de personas ansiosas por sacarse la foto a la salida del espectáculo y hay que echarle un poco de cara para colarse entre la multitud. Afortunadamente, una de las integrantes de nuestro grupo tiene mucha gracia y un poco de "jeta" para estas cosas y conseguimos que nos hicieran la foto más deseada.

Aún así, nos atendieron estupendamente y aunque no pudimos  disfrutar de toda la carta nos sirvieron pizzas y ensaladas que estaban buenísimas. Y así de a gusto estuvimos.

Para tomar algo después de cenar....
Nos habían recomendado El Kikekeller pero como se nos hizo tan tarde cuando salimos de Lamucca justo estaban cerrándolo. Nos dio mucha pena porque tenía una pinta estupenda y nos habían hablado muy bien de este lugar. Otra visita pendiente para futuras ocasiones...

Kikekeller, un bar en la trastienda

De diario, se trata de un showroom de muebles de diseño pero de jueves a sábado, la parte de atrás funciona como un bar. Es una mezcla entre galería de arte, tienda de diseño y bar-coctelería. La decoración interior es lo que más llama la atención. Y lo más típico allí es beber cervezas de importación belgas, inglesas, japonesas, checas, irlandesas o alemanas. Un lugar original que sin duda no deja indiferente al visitante.


Del Kikekeller nos fuimos directas a la segunda opción que nos habían recomendado en la zona, El Fabuloso. Nos encontramos con un bar temático ambientado en los años 50-60 muy molón. En el mobiliario se mezclan mesas, sillas vintage y muebles pop. La música que ponen va acorde con la época. El ambiente es auténtico así que no me extraña que nos comentaran que se ha convertido en uno de los locales de moda de la ciudad. 

Para picar algo.........
Mercado de San Ildefonso 



En anteriores visitas habíamos ido  siempre al Mercado de San Miguel  a media tarde del sábado después de nuestra ruta de Shopping obligatoria a reponer fuerzas y comer unos pintxos en los puestos  del mercado. 

Cierto es que nos encanta ir pero esta vez nos habían hablado de otro espacio culinario que está situado en Fuencarral (nuestra zona de compras) y decidimos darle una oportunidad. No nos defraudó. De hecho, personalmente el estilo me gustó mucho más porque es más moderno. En su web se definen como un nuevo concepto de Street Food Market inspirado en otro mercados que se pueden encontrar en Londres, New York o Bangkok. El mercado está distribuido en dos pisos y un patio al aire libre. Hay un montón de puestos que ofrecen gran variedad de comidas y es un lugar muy agradable. En la web de Megustamibarrio nos dan 12 buenas razones para visitarlo.

Terraza del centro de fitness Gymage


Esta terraza la descubrí en Instagram y no veía el momento de ir a Madrid para subir a tomar algo al ático de un curioso centro de fitness ubicado en la calle Luna. Fuimos hasta allí pero justo estaba en obras y no pudimos disfrutarla. Los que vayáis a pasar el puente vais a tener más suerte que nosotras porque ya está abierta de nuevo. 

Gymage Theater


Como la terraza estaba cerrada, nos quedamos tomando algo en la planta baja que también nos resultó un espacio muy agradable. Una decoración moderna entre palmeras en pleno centro de Madrid y que a las noches se convierte en restaurante con espectáculos.

Terraza del Gourmet Experience del Corte Inglés de Callao


En la última planta del Corte Inglés de Callao está el espacio gastronómico de Gourmet Experience y su famosa terraza desde donde se puede disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad. La foto más sacada es la del emblemático Edificio de Capitol (Schweppes). Fuimos allí a comer el domingo y nos gustó mucho porque hay diferentes puestos (sushi, hamburguesas, platos combinados....) y cada una pudo elegir lo que más le apeteció. Se compra la comida y puedes comerla en las mesas que hay en el interior o salir a la terraza y comer al aire libre disfrutando de las vistas.

Para la mañana del domingo.....

La última vez fuimos al "Rastro", el mercadillo por antonomasia de Madrid, a pasar la mañana del domingo. Esta vez buscábamos algún mercadillo alternativo y buscando por la red lo encontramos. Además, a falta de uno estuvimos en dos.

Mercado de motores

Nos coincidió la vuelta del Mercado de Motores después de 4 meses de estar cerrado. Este mercadillo "vintage" y de segunda mano se celebra en el Museo del Ferrocarril. Es fácil imaginar el encanto que tiene pasear entre los puestos y los diferentes trenes que hay expuestos. Una estación  preciosa llena de trenes, muebles de segunda mano, ropa añeja, artesanos, ilustradores... Es una auténtica maravilla.

Además de pasear entre los distintos puestos, los visitantes también pueden disfrutar de la terraza del Mercado y descansar comiendo y bebiendo algo en los puestos que hay fuera y ofrecen comida. A mí me pareció una pasada. La próxima edición es el 9 y 10 de mayo. Si os coincide y os gustan este tipo de eventos, es totalmente recomendable.


Mercadillo del gato

Nada tiene que ver con el Mercado de Motores pero igualmente nos encantó. De hecho, todas compramos algo en alguno de sus puestos... Se celebra en el Hotel The Westin Palace y alberga un montón de expositores con ropa de autor, complementos, productos handmade, costura creativa, joyería, arte... Una verdadera delicia para nosotras pasear entre los puestos.


Y hasta aquí dio de sí nuestro finde en Madrid. Estamos deseando volver a descubrir nuevos sitios o repetir algunos de los que aparecen en el post de hoy que no pudimos ver pero me parece que lamentablemente, hasta el año que viene ya no nos toca volver.

Que disfrutéis mucho del puente!











Taller de Knitting en HAnaMI & Co (Donosti)

Ya sabéis que cuando descubro tiendas bonitas, talleres interesantes o eventos especiales, me gusta compartirlos con vosotros porque pienso que siempre hay alguien que puede estar interesado y le puede ser de utilidad la información. 

Por eso, hoy os traigo un pequeño resumen del taller de Knitting que hicimos el sábado en una tienda que hasta la fecha desconocía de Donosti (HAnaMi & Co) y, que a partir de ahora, va a ser parada obligada en mis visitas de shopping a la capital gipuzkoana. 


Una amiga de la cuadrilla nos propuso el plan en el grupo de Whatsapp y no dudé ni un momento en que sería un planazo para la mañana del sábado. 

El taller que ofrecen dura 2 horas y se adapta al nivel de cada alumno. Puedes ir a iniciarte en la materia (este era mi caso) o para perfeccionar la técnica. En realidad, el objetivo es aprender pasando un buen rato. Y la verdad, así fue.



Lo primero que nos sorprendió, gratamente por cierto, fue el lugar donde se hace el taller. La tienda HanaMi & Co es súper bonita y estar tejiendo entre ropa chula con una decoración perfectamente elegida (luego os la enseño) crea un ambiente muy inspirador. Ya solo con el entorno te parece que tejes mejor.... jajajaja.


En el taller te facilitan un kit completo para que no tengas que llevar nada.

-  Dos agujas de 10 mm
-  Un ovillo
-  1 aguja lanera para rematar las prendas
-  El patrón de la prenda que se hace
- Apuntes con las técnicas que aprendes para después seguir en casa practicando y practicando.


Al final, como casi todo en esta vida, la práctica hace al maestro.



Y además del kit de Knitting, te dan también un desayuno. Lo cual, se agradece muchísimo porque entre el esfuerzo, la concentración de los puntos y que el taller es a las 10 de la mañana, los bollitos de chocolate fueron bienvenidos. 
Bueno, en realidad, siempre lo son. 


La profesora nos explicó una a una, según nuestro nivel y la tarea que íbamos a hacer, los pasos a seguir. Irantzu, es muy agradable y tiene mucha paciencia (cualidad importante con alumnas que no han cogido una aguja en su vida y que les cuesta hacer hasta el nudo para iniciar la labor).


Después de sus instrucciones, nos concentramos al máximo para hacerlo lo mejor posible mientras charlábamos entre nosotras. Es un ambiente muy divertido porque mientras tejes te ríes con las conversaciones que se generan en el grupo.


En todo momento Irantzu, la profesora, te ayuda a resolver las dudas que te van surgiendo y le puedes preguntar sin problema. 


Los grupos de este taller de Knitting son reducidos, con un máximo de 6 personas. Esto es un punto muy positivo porque permite a Irantzu hacer una atención personalizada y que si te atascas en un punto o no sabes continuar, no tengas que esperar diez minutos hasta que pueda atenderte la profesora.


Yo sí sabía continuar mi labor pero crucé las agujas antes de tiempo. 


No me podía ir del taller sin hacer unas fotos a la tienda para enseñárosla. Me encantó.


Puedes encontrar desde vestidos para fiestas u ocasiones especiales como ropa para el día a día.







Si te ha gustado, puedes encontrar HanaMi & Co en el número 16 de la calle Bergara, junto a Valentina. Y si no quieres esperar  y quieres más información de la tienda, aquí tienes su web y su facebook para que puedas seguirles y estar al tanto de sus novedades.


Y con la foto de las letras de HAPPY de la tienda......


....... y la sonrisa general de la foto final del grupo, creo que muestra a la perfección el buen rato que pasamos el sábado en el taller. 

¡Felices como perdices y además aprendiendo!! 

¡Seguro que repetiremos!

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