Hace
tiempo, demasiado quizás, que quería volver. Sin embargo, volver no es
fácil. Y cada día que dejas pasar y no vuelves adonde realmente quieres, se
hace más complicada la vuelta.
una
actividad que dejaste de hacer a pesar de que te encantaba,
un
buen amigo que dejó de hablarte aún no sabes muy bien el porqué,
un
amor al que no le dijiste lo que sentías y ahora le ves paseando un carrito de
bebé,
un
curso de fotografía que no acabaste,
estudiar
o hacer deporte.
Da
lo mismo.
Al
principio, te dices que mañana mismo
empiezas
a ahorrar para viajar a ese sitio que tanto anhelas conocer,
que
de hoy no pasa para volver a retomar esa actividad que te llenaba,
que
no te vas a poner más excusas para llamar a tu buen amigo y aclarar las cosas,
que
te vas a apuntar sin falta al siguiente curso de fotografía y no vas a parar de
sacas fotos con tu reflex,
que
te vas a matricular el septiembre que viene en la Uned y
que
a partir de este lunes vas a ir al gimnasio dos veces por semana.
Pero
el tiempo pasa y no lo haces.
No
vuelves.
Y
cada vez te vas acordando con menos frecuencia
de
ese destino que te morías de ganas de visitar,
tu
amigo y tú ya ni siquiera os saludáis pero te ha dejado de importar,
aquel
amor ha pasado a la historia de tus amores,
sigues
sin estudiar lo que quieres
y
sin hacer deporte.
El paso del tiempo borra la iniciativa de volver a aquello que algún día nos motivó y, poco a poco, se van desvaneciendo las ganas de cualquier vuelta.
Por
eso os decía que al inicio del post, que volver no es una tarea sencilla.
En
mi caso, quería verme tecleando esta entrada en mi sofá cuando el resto de la
casa duerme. Bebiendo a sorbitos mi té caliente y escribiendo.
Y
por fin, ese momento ha llegado. Y ¿sabéis qué? Volver me hace sentir bien.
Una muy amiga mía, cada vez que le contaba que me iba de viaje o que había descubierto un sitio que le iba a encantar o que me había enamorado de una vista desde un mirador, me decía:
- No me cuentes, escribe. Me debes “un SHUL”. Me debes muchos “SHUL”. Se te están acumulando… ¿Cuándo vas a volver?
Y es que hemos integrado “SHUL” a nuestro diccionario particular y ya lo utilizamos como una palabra cotidiana. Y es que SHUL es mucho más que una sección de un humilde blog.
SHUL para mí significa viajar, vivir, ver, sentir, relatar y compartir para hacer que quien lo lea viaje, viva, vea, sienta y disfrute. Y para que yo no olvide esos lugares porque mi memoria hace de las suyas.
Una muy amiga mía, cada vez que le contaba que me iba de viaje o que había descubierto un sitio que le iba a encantar o que me había enamorado de una vista desde un mirador, me decía:
- No me cuentes, escribe. Me debes “un SHUL”. Me debes muchos “SHUL”. Se te están acumulando… ¿Cuándo vas a volver?
Y es que hemos integrado “SHUL” a nuestro diccionario particular y ya lo utilizamos como una palabra cotidiana. Y es que SHUL es mucho más que una sección de un humilde blog.
SHUL para mí significa viajar, vivir, ver, sentir, relatar y compartir para hacer que quien lo lea viaje, viva, vea, sienta y disfrute. Y para que yo no olvide esos lugares porque mi memoria hace de las suyas.
Hoy
casualidad es el cumpleaños de la amiga que os decía que me animaba a volver.
Así
que este es mi regalo de cumpleaños para ella: SHUL
Y
como cuando saqué esta foto fue pensando precisamente en ella porque sé que estas
sillas son sus favoritas y aún no se la había enseñado, el lugar del SHUL de
hoy es:
El Jardín de Salvador Bachiller
El Jardín de Salvador Bachiller
Un espacio inesperado en el centro de Madrid que seguro que no te dejará indiferente si lo visitas.
Siempre que bajamos a Madrid, nos gusta descubrir sitios nuevos. En diciembre pasamos allí un par de días y queríamos comer en algún sitio diferente. Aprovechando que un compañero de trabajo es de allí, le pedimos alguna recomendación. Y otra vez se cumplió aquello que dicen que no hay mejor guía turística que alguien local. Él nos preparó una lista de sitios imperdibles y entre ellos, estaba este curioso establecimiento.
Y sí, la verdad es que si nuestro amigo no nos hubiera descubierto este local, difícilmente habríamos imaginado que en la cuarta planta de la tienda Salvador Bachiller de la Calle Montera, se pudiera estar al aire libre picoteando algo en un lugar rodeados de plantas y flores. Es un auténtico jardín, un pequeño pulmón urbano con una cuidada decoración. Lo cierto es que está al detalle.
Pero lo dicho, si no lo sabes, no entras porque para subir tienes que entrar en la tienda de bolsos y maletas y llegar hasta el ascensor para subir al gastrobar.
Y sí, la verdad es que si nuestro amigo no nos hubiera descubierto este local, difícilmente habríamos imaginado que en la cuarta planta de la tienda Salvador Bachiller de la Calle Montera, se pudiera estar al aire libre picoteando algo en un lugar rodeados de plantas y flores. Es un auténtico jardín, un pequeño pulmón urbano con una cuidada decoración. Lo cierto es que está al detalle.
Pero lo dicho, si no lo sabes, no entras porque para subir tienes que entrar en la tienda de bolsos y maletas y llegar hasta el ascensor para subir al gastrobar.
Además, tiene una zona de terraza con un columpio y unas vistas para contemplar la city. Los que me conocéis habréis echado en falta una foto del mencionado columpio. Pues no vais desencaminados, yo quería esa foto muchísimo pero había un grupo de amigas acaparando el escenario y haciéndose miles de fotos individuales, selfies, fotos en grupo... y me di por rendida. Nos tuvimos que ir y ellas seguían con la emoción del columpio. Supongo que ellas sí tendrán una buena colección de fotos del columpio de El Jardín...jajaja
La carta de comidas es asequible y los platos de picoteo que nosotros pedimos, nachos y tacos de pollo, estaban muy muy ricos. Sin embargo, en mi opinión, lo sorprendente del sitio no es la comida sino el propio local y su decoración. Es una auténtica delicia tomar algo rodeado de naturaleza.Y es que cuando el lugar es agradable, todo sabe mejor. Y si encima estás sentado en una silla vintage de respaldo de corazón pues ya es una maravilla.
Y hasta aquí, el Siempre Hay un Lugar para VOLVER y un sitio más para recordar.
Espero seguir escribiendo y mantener viva esta Sección de viajes, lugares y recuerdos:
Hay gente que me dice:
Y ¿por qué escribes? Si no ganas nada y pierdes mucho tiempo.
Antes trataba de responder. De justificar. Nos pasamos la vida justificando absolutamente todas nuestras acciones. Es horrible.
Ahora únicamente le doy la vuelta a la pregunta.
Y ¿por qué no voy a hacerlo? Con el paso de los años he aprendido que es mejor contestar con otra pregunta que intentar dar una respuesta. Funciona.
Podría dar mil razones para escribir pero no lo voy a hacer. Simplemente voy a escribir.
Así que a partir de hoy, no sé hasta cuándo ni con qué frecuencia, Met_amor_Phosis se pone de nuevo las alas para iniciar su vuelo.
Los que ya viajabais conmigo, los nuevos y los que llegaréis. Todos sois bienvenidos. Todos.
Y a los que me habéis animado para VOLVER, gracias, gracias, gracias. De verdad. Muchas gracias.